Catorce años después, en 1955 en el mismo hotel Crillón, otra escritora María Carolina Geel, sacaba su pequeña Browning para dispararle al cronista deportivo y funcionario de la Caja de Empleados Públicos y Periodistas, Roberto Pumarino Valenzuela. Éste había enviudado hacía sólo dos meses, pero decidió casarse con otra mujer en lugar de hacerlo con la escritora, que había sido su amante durante ocho años. María Carolina no le perdonó esta deslealtad y le vació en el cuerpo los cinco tiros del cargador. No tuvo tanta suerte como María Luisa. Pumarino murió dejando huérfano a un niño de 6 años. La autora de El mundo dormido de Yenia y Extraño Estío, fue condenada a prisión donde escribió la más exitosa de sus novelas, Cárcel de mujeres, que fue reeditada hace algún tiempo.
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lunes, 13 de abril de 2015
Carolina Geel: Asesinato en el Hotel Crillón
Catorce años después, en 1955 en el mismo hotel Crillón, otra escritora María Carolina Geel, sacaba su pequeña Browning para dispararle al cronista deportivo y funcionario de la Caja de Empleados Públicos y Periodistas, Roberto Pumarino Valenzuela. Éste había enviudado hacía sólo dos meses, pero decidió casarse con otra mujer en lugar de hacerlo con la escritora, que había sido su amante durante ocho años. María Carolina no le perdonó esta deslealtad y le vació en el cuerpo los cinco tiros del cargador. No tuvo tanta suerte como María Luisa. Pumarino murió dejando huérfano a un niño de 6 años. La autora de El mundo dormido de Yenia y Extraño Estío, fue condenada a prisión donde escribió la más exitosa de sus novelas, Cárcel de mujeres, que fue reeditada hace algún tiempo.
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